Para que repensemos este 14 de Febrero
Estamos en un momento de duda. De dudar positivamente, de replantearnos todo lo que nos han inculcado hasta este momento. En este sentido, es importante también dudemos del amor. Por siglos nos han dicho que solxs no valemos, que busquemos la “media naranja”, que esperemos al príncipe azul. Que el amor es color rosa y nos genera mariposas en el estómago.
A poco menos de un mes para el 8M, más que nunca hoy debemos repensar nuestras prácticas dentro de una relación y, por sobre todo, nuestra relación más importante que es con nosotrxs mismos. El amor no duele. Y mucho menos, mata.
La violencia contra las mujeres aumenta día a día en todo el continente. Y obviamente nuestro país no es la excepción. La realidad nos da un golpe en el rostro una y otra vez, al abrir el diario, al escuchar la radio, al mirar televisión. En los pocos días que transcurrieron del año 2019, ya hubo más de 30 feminicidios. Sólo en enero, se cometieron 27 atentados contra mujeres que tuvieron como desenlace su muerte. Es decir, casi una mujer por día perdió la vida, viendo truncados sus deseos, aspiraciones y anhelos, por el simple hecho de ser mujer.
En este contexto, repudiamos el oportunismo de quienes se valen de este día para continuar perpetuando las desigualdades de género y la violencia contra las mujeres. La idea del “amor romántico” no genera otra cosa que sometimiento dentro del sistema patriarcal en el que nos encontramos inmersxs, perpetuando las ideas de roles y estereotipos de género y reproduciendo las relaciones de poder entre hombres y mujeres, donde las últimas son las oprimidas.
Como decía Simone (siempre Simone): “El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal”.