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Dos escuelas argentinas fueron seleccionadas entre las mejores del mundo



En la Escuela Secundaria Presidente Domingo F. Sarmiento, de Junín, el cuidado del medioambiente forma parte de la vida cotidiana: es una forma de “hacer escuela”. El reciclado, el compostaje, el ahorro de energía, el compromiso con los animales y la investigación orientada a construir un futuro sostenible no son proyectos aislados o esporádicos, sino parte de la rutina habitual de este colegio estatal, dependiente de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA). A punto de cumplir 6 años, la escuela despedirá a su primera promoción con el orgullo de haber quedado nominada en el top 10 de los World’s Best School Prizes (WBSP) 2023 en la categoría de Acción Ambiental.


A poco más de 200 kilómetros de ahí, en Campana, también hay motivos para celebrar. La Escuela Técnica Roberto Rocca fue preseleccionada en el Top 10 de los WBSP en la categoría de Innovación. Para entender la nominación, alcanza con un simple vistazo al espacio escolar, rediseñado en colaboración con el famoso estudio Rosan Bosch, con el objetivo de poner al estudiante en el centro del proceso de aprendizaje y fomentar su autonomía. En esta escuela privada –donde todos los estudiantes tienen algún porcentaje de beca–, la transformación del espacio es el signo más visible de una cultura innovadora que abarca la currícula, la enseñanza experiencial y el modelo de aprendizaje, a partir de la comprensión de que el enfoque educativo tradicional no funciona para todos.


Todavía sorprendido por la nominación, Fernando Balbi, coordinador académico de la Escuela Presidente Sarmiento, explicó a Infobae que el cuidado del medioambiente es transversal a la vida escolar: “No se trata de un proyecto puntual, sino de un conjunto de acciones cotidianas que nos involucran a todos: estudiantes, docentes, directivos y familias”. La escuela tiene 360 alumnos y es de jornada completa, con orientación es en Ciencias Naturales. Su compromiso ambiental abarca varios ejes de trabajo, incluyendo proyectos con otras instituciones como la organización Ambientarg Junín, o el proyecto de extensión universitaria Huellitas, que busca promover los derechos de los animales y fomentar la empatía y el apoyo hacia los animales domésticos y callejeros.


Además de generar ecocuchas a partir de residuos y ladrillos ecológicos y de incentivar en la rutina escolar el consumo responsable de energía, la escuela también llevó a cabo un proyecto de investigación de fitorremediación, para evaluar los niveles de contaminación por metales pesados en espejos de agua, así como la capacidad de ciertas plantas de absorber esos metales para mejorar la calidad del agua.


El enfoque integral en la educación ambiental tuvo un impacto significativo no solo en los estudiantes, sino también en las familias y en la comunidad, generando cambios en el comportamiento y las actitudes. Los hábitos del reciclaje y el compostaje se instalaron con fuerza, y contribuyeron a fomentar el sentimiento de pertenencia y orgullo por el logro de acciones ambientales positivas.


“Nuestros alumnos pueden ser multiplicadores, transformando modos de pensar y de vivir en la comunidad. Queremos llegar ahora a otras escuelas de la zona, contagiarles el entusiasmo de los estudiantes y sus familias”, dijo Balbi. Y señaló que el cuidado del medioambiente “es una manera de construir ciudadanía, de formar personas comprometidas con la sociedad en todas sus dimensiones. Es una forma de acción solidaria con el otro y con las próximas generaciones”.


Por su parte, en la Escuela Técnica Roberto Rocca, del Grupo Techint, los esfuerzos de transformación apuntan a preparar mejor a los estudiantes para los desafíos de la Cuarta Revolución Industrial. Como resultado de su enfoque innovador, los estudiantes obtienen en promedio hasta un 44% más en matemáticas que los estudiantes de otras escuelas y hasta un 37% más en comprensión de lectura. De sus 154 graduados, el 84% estudia una carrera universitaria. La institución forma parte de la Red de Escuelas Técnicas Roberto Rocca y depende de la empresa Tenaris.


La escuela implementa el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) como la metodología principal para que los estudiantes trabajen y aprendan. También ha creado nuevas formas de enseñanza que integran diferentes asignaturas basadas en problemas, preguntas y situaciones de la vida real. Este enfoque de materias integradas ayuda a los estudiantes a aprender de manera más conectada. La premisa es que cada estudiante es único y tiene diferentes necesidades, intereses y habilidades.


“Luego de repensar la organización escolar, hubo un cambio de paradigma muy grande, no solo de los estudiantes, sino también de los docentes, empezando a trabajar de forma más colaborativa, en la integración de materias y la identificación de ejes trasversales. Estamos dando pequeños pasos hacia la escuela del futuro, una que invite a los estudiantes a ser protagonistas”, afirmó Ludovico Grillo, director de la Escuela Técnica Roberto Rocca.


Para promover la igualdad de oportunidades, la escuela ofrece un sistema de becas que garantiza la admisión de los alumnos a través del esfuerzo, dedicación, compromiso y mérito, independientemente de la situación socioeconómica de la familia. Todos los alumnos tienen algún porcentaje de beca, de entre el 49% y el 100%. De esa manera, la Escuela busca asegurar que cada estudiante tenga acceso a una educación de alta calidad, independientemente de su origen social.


Los World’s Best School Prizes tienen cinco categorías: Acción ambiental, Innovación, Colaboración con la comunidad, Superación de la adversidad y Promoción de vidas saludables. En el top 10 de las dos primeras quedaron preseleccionadas estas escuelas argentinas. En septiembre se anunciará el top 3 con las finalistas de cada categoría, y en octubre se conocerán los nombres de las cinco escuelas ganadoras. Cada una de ellas recibirá 50.000 dólares.


Estos premios “celebran a las escuelas de todo el mundo por el papel fundamental que desempeñan en el desarrollo de la próxima generación y por su enorme contribución al progreso de la sociedad, especialmente a raíz del COVID”, explicaron los organizadores en un comunicado. Su objetivo es “compartir las mejores prácticas de las escuelas que están transformando la vida de sus estudiantes y creando un impacto positivo en sus comunidades”. La iniciativa es impulsada por T4 Education en colaboración con Accenture, American Express, Yayasan Hasanah y la Fundación Lemann.


El jurado que definirá los finalistas está compuesto por líderes de todo el mundo, incluidos académicos, educadores, ONG, emprendedores sociales, gobierno, sociedad civil y el sector privado. Entre los miembros del jurado está Esteban Bullrich, exministro de Educación y exsenador nacional, quien felicitó a los dos colegios argentinos seleccionados: “Son dos escuelas ejemplares porque entienden y demuestran que su trabajo y su compromiso es con su comunidad. Si más escuelas observan y replican el trabajo de estas dos instituciones, seguramente estaremos dando un paso enorme hacia la reforma que nuestro sistema educativo necesita para verdaderamente poner a la educación en el siglo XXI”.


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