El Gigante Azul: La importancia de abordar las problemáticas de consumos desde una perspectiva comunitaria
Redacción: Tadeo Leon Bardella
El Dispositivo Territorial Comunitario de Bolívar, conocido como “El Gigante Azul”, es una es uno de los 135 centros que tiene la SEDRONAR en todo el país y se encarga de acompañar las problemáticas de consumos realizándolo desde un abordaje comunitario e integral. En su abordaje considera a las personas y sus situaciones con una premisa esencial:todas las personas tienen/tenemos derecho a iniciar un nuevo proceso de transformación y de cambio.
Gisela Zarate, Lara Lopez Curtio y Siro Acosta son parte del equipo de trabajo de “El gigante”, los jóvenes referentes con gran sentido de responsabilidad, empatía y solidaridad pugnan por un tiempo mejor para muchas personas y familias bolivarenses. En dialogó con este medio expresaron la importancia de abordar la problemática de los consumos sin tabúes o prejuicios, y a su vez destacaron la importancia del espacio público ante una real y difícil situación que es preciso entender para transformar.
En las transiciones individuales un equipo amplio de profesionales son los que van acompañando las problemáticos actuales, pero también los momentos anteriores, esas piezas que se pueden romper en el camino del tiempo, como los vínculos, las relaciones sociales, los empleos, la propia integridad personal.
Gisela Zarate, Coordinadora del Dispositivo Territorial, explicó: “Lo que nosotros llamamos el ´Gigante Azul´ empezó como CEPLA (Centro Provincial de Atención de las Adicciones) y luego pasó al nombre de DIAT (Dispositivo Territorial Comunitario). En El Gigante somos un equipo de 9 profesionales formado por psicólogos y psicólogas, trabajadoras sociales, profesores, operadores, comunicadora social y talleristas. Nosotros como un equipo técnico nos encargamos de abordar los consumos problemáticos con diferentes tipos de atención. Tenemos atención grupal para las familias y referentes afectivos de las personas que están atravesando problemas de consumos. A cada situación se la atiende en duplas, según el sentir y la situación de la persona. Un representante del equipo acompaña cada problemática. Además de la atención a las situaciones de consumo, también se brinda ayuda escolar, radio, talleres de música y canto, boxeo, funcional, cocina vegana. Nuestro objetivo es abordar los consumos problemáticos desde la promoción y la prevención directa e indirecta. “
Por otra parte esclareció: “Un consumo es problemático cuando tu rutina diaria, tus hábitos o gustos se empiezan a ver afectados por el propio consumo. Cuando los vínculos con tus familiares, amigos, o pareja se empiezan a dificultar, cuando uno empieza a alejarse de lugares porque toda tu vida parece girar en torno a la sustancia. La parte social y vincular es clave en estos momentos. A veces es muy difícil verlo, los consumos no son de la noche a la mañana, es un proceso. De los consumos nadie sale solo, se necesita acompañamiento por eso trabajamos mucho con las familias. Es muy difícil problematizar el consumo y en general siempre se acerca primero el entorno cercano antes que la persona que está atravesando la situación. A las familias les brindamos información, herramientas, ideas para abordar cada situación y tratamos de llegar a la persona afectada a corto, mediano o largo plazo. Los lazos sociales y familiares son los principales para que las personas puedan hablar y problematizar la situación que están viviendo.”
La trabajadora social agregó: “Es un tratamiento largo, complejo, como si fuera una montaña rusa y por eso es fundamental el acompañamiento a las personas desde lo vincular, porque realmente es muy difícil llevar un tratamiento a cabo sin esos lazos.”
Gisela Zarate también enfatizó: “Las problemáticas de consumo tienen que ver con otras problemáticas que atraviesa y atravesaron a la persona, tiene que ver con la situación habitacional, con la accesibilidad, con el querer ser parte, con las carencias, el consumo es una respuesta a algo con las herramientas del momento. El consumo es una situación.”
Poniendo los ojos en sectores invisibilizados por el sistema y su vorágine, desde El Gigante se ofrece acompañamiento a una realidad dolorosa y cotidiana. Además, es un espacio de educación y divulgación de información para conocer guías de acción posibles tanto emocionales como prácticas.
Siro Acosta parte del equipo técnico del dispositivo añadió: “Estamos próximos a formar un nuevo grupo para referentes afectivos con la idea de dar información a todas aquellos que quieran acercarse para conocer la problemática, o familiares con dudas y quieran sacarlas en el grupo, este ambiente va a estar abierto a la comunidad.”
Con énfasis en la importancia de la información agregó: “La idea es derribar mitos, hay un montón de fruta y de mala información dando vueltas, un poco para bajar el encuadre de la SEDRONAR y también confirmar el que tenemos nosotros sobre cómo funciona la cuestión del consumo de manera terrenal y cotidiana, no ficticia. Qué es lo que pasa con los consumos, cuando es problemático, cuando es necesario abordar un tratamiento, como se puede acompañar a la persona que está atravesando esa situación. El desafío es poder bajar la información.”
Siempre hay una gota que rebalsa el vaso, siempre una resignación seguida de oscuridad. Pero es debido saber que en El Gigante tienen un lugar de escucha confidencial, a la espera de realidades que necesitan ser abordadas para cambiar ante las relaciones de consumo que se tornan insostenibles.
Por otro lado también señaló: “No se puede obligar a nadie que responsa a la modalidad o a los tiempos en un tratamiento. A veces pasa que viene la persona con la dificultad y tal vez es el primer espacio de escucha donde puede plantear que tiene un problema de consumo y a veces no está preparado para arrojar más que esa confesión. Entonces lo único que se puede hacer es escuchar, alojar eso y mostrar lo que tenemos a disposición para ayudar, hay veces que hay que esperar los tiempos de las personas con su problemática cuando ella quiera.”
Con una mirada hacia lo realizado en los seguimientos detalló: “El diagnóstico que podemos contar nos dice que la persona que tiene un problema de consumo grave no va a venir por decisión propia a buscar un tratamiento, ha pasado, pero en la mayoría de los casos no son sostenibles y lo entendemos con estas características, son las familias las que se acercan. Por eso mismo intentamos trabajar también con aquellos que contienen, con la familia y los referentes afectivos. Los problemas de consumo se extienden y los que tienen que contener a la persona es el grupo familiar.”
Desde el espacio se respeta el marco legar de la actual Ley de Salud Mental. En este marco la salud no queda reducida al orden hegemónico tradicional donde los ingresos serian solamente hospitalarios. La Salud Mental entendida de forma integral y comunitaria significa a que los procesos puedan ser realizados sin necesidad de ser separados de la sociedad, sino más precisamente, se trata de atravesar la situación sosteniendo una lazo con la comunidad.
Lara Lopez Curtio, es comunicadora social y como parte del equipo comunitario se encuentra trabajando con estas situaciones hace 7 años, al respecto comentó: “Abordar esta problemática se hace con trabajos de promoción, con educación, con los medios de comunicación, con el cumplimiento de la Ley de Salud Mental, es un trabajo simbólico y de todos los días.”
“Es muy importante la familia y los referentes afectivos, el entorno siempre se da cuenta antes y lo acepta antes. Cuando llegar los consumos hay vulneraciones que se podrían haber evitado o no pero así es la problemática. Nosotros siempre decimos lo mismo en las primeras entrevistas ´si las personas pudiéramos solos, no existirían instituciones como esta´, no sería necesario el estado, o un equipo que te esté escuchando y acompañando. La frase de la SEDRONAR es ´nadie se salva solo/a´ y nuestro objetivo como dispositivo es que nadie se quede solo, es estar acompañando.”
Existe factor a destacar entre las particularidades del dispositivo local. El espacio es público y gratuito. Los hechos demuestran que los centros de atención además de ser escasos, en su mayoría son rentados/privados. Esto genera una brecha de accesibilidad y oportunidad imponente. Si se tiene la capacidad de abonarlo, a lo mejor encuentres un lugar conforme para encontrar un tratamiento, pero si no es así, la búsqueda de soluciones queda en manos del albedrío. Ante este sistema de reproducción del excluido, el centro local habré sus puertas para acompañar a todos y todas.
En referencia a esta realidad Lara López Curtio explicó: “Estamos hablando de tratamientos ambulatorios y comunitarios, este lugar no es un consultorio. El tratamiento tiene una mirada relativamente nueva que primero se tuvo que instalar, que la gente tuvo que ver que funcionaba para bordar los problemas de consumo. La mirada hegemónica hace que las instituciones tradicionales tengan mayor legitimidad que un dispositivo de la SEDRONAR, pero después de la pandemia se vio el reflejo en el dispositivo porque las consultas aumentaron considerablemente y las personas empezaron a enterarse más de este lugar que intenta visibilizar los consumos problemáticos. “
El sector de salud comunal realizó una gran apuesta política. Esas que se hacen cuando el tiempo no es el inmediato, los procesos para las personas que inician la construcción de una vida nueva conllevan tiempos singulares. Para quienes transitan estas situaciones alguien debe sostener la convicción de que hay otra puerta para seguir. Ese gran determinante y esa llave la brinda los representantes del Gigante y el sector de salud comunal.
La referente dijo al respecto:“Es una problema de salud y un problema de salud mental. Si no hay salud mental todo lo demás se cae, es importantísimo para el desarrollo de los proyectos y de la vida de cada uno. Antes los que tenían problemas de salud mental eran derivados e internados, hoy gracias a la Ley de Salud mental, las problemáticas diversas son abordadas de otra manera, no con el encierro. Lo que le corresponde a esta institución es seguir sosteniendo el trabajo local y poder responder a las demandas como lo hacemos desde 2016. El gigante depende de la secretaria de drogas de Nación en congestión con la municipalidad de Bolívar. Tenemos un lugar hermoso que es puramente estatal, ocupado y conformado con muchas cosas de calidad que son de todos y para todos los que se quieran acercar al espacio. La municipalidad con todos los cambios de gestión a nivel nacional y provincial ha decido sostener y apoyar este espacio durante todo este tiempo. Desde la comuna se encarga de sostener económicamente tanto el espacio, como los talleres, como al equipo de trabajo.”
Además reflexionó e informó: “Es bueno aclarar que ninguna definición de manual puede definir o diagnosticar a un consumo problemático sino que es importante pensarlo como una situación, como algo transitorio que se puede abordar y que se puede mejorar, la persona que consumo no tiene que tener una etiqueta de adicto, sino que es una persona que está atravesando esa situación en ese momento y que debe ser abordada de manera comunitaria, con la familia, con los afectos, con las instituciones y sus profesionales. Los consumos problemáticos no tienen que ver con la sustancia o con la frecuencia, depende de la persona en cada caso particular. No hay casos más o menos graves. Los casos son particulares y van modificándose. Cuando alguien tiene una duda por su situación o por algún cercano y sus problemas de consumo, lo mejor es venir, consultar y abordarlo.”
Por último señaló: “El equipo de este espacio está preparado para trabajar con esta problemática que todavía es tabú, pueden venir a consultar quienes tengan la mínima duda personal o por otras personas. Ayudar a los que acompañan es una tarea que lleva este grupo y es una manera de intervenir con la situación de la comunidad.”
El espacio independientemente de los tratamientos de consumos, cuenta con aulas, oficinas, SUM, gimnasio, cocina, comedor, estudio de radio y de grabación abiertos a la comunidad en general. “El Gigante Azul” está ubicado en Tierra del Fuego 270, barrio Vivanco, podes encontrarlo en redes sociales como El Gigante Azul Bolívar y el teléfono para realizar consultas es el 2314-480084.
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