"LA COLUMNA DEPORTIVA”
- bardellatadeo13
- 21 ago 2021
- 5 Min. de lectura
Hola compañerxs, en esta entrega voy a continuar con el Pádel desarrollando el aspecto psicológico de este deporte y terminando con algunas anécdotas personales de mis comienzos acá en Bolívar y durante mi estadía en España.
Por Luis Paz ( Encargado de Deportes de Nuevo Encuentro Bolivar)

Hola compañerxs, en esta entrega voy a continuar con el Pádel desarrollando el aspecto psicológico de este deporte y terminando con algunas anécdotas personales de mis comienzos acá en Bolívar y durante mi estadía en España.
Voy a comenzar reiterando algo que ya señalé en mi primer nota sobre Pádel: este deporte es uno de los que tiene un componente psicológico muy importante en el desarrollo del juego. Se necesita mucho equilibrio emocional, mantener durante cada partido la concentración al máximo para aplicar la mejor táctica y llegar al triunfo, ya que hay muchos cambios en el transcurso del mismo y eso hace que necesitemos estar bien psicológicamente para poder hacerlo.
Además es de la única manera que vamos a poder desarrollar lo mejor de nuestro juego sin necesidad de entrar en baches producidos al no poder dominar las emociones propias de un deporte competitivo como lo son todos. La preparación psicológica contribuye al EQUILIBRIO EMOCIONAL de los jugadores de pádel, tanto a nivel deportivo como personal. Mientras antes empecemos a trabajar la mente, antes comenzamos a sentirnos mejor y a controlar nuestras emociones. Poner la "mente en forma" debería ser una "exigencia", no una alternativa.
En resumen, el entrenamiento psicológico debe iniciarse SIEMPRE antes que surjan las dificultades propias de la competición. Existen una serie de técnicas psicológicas que han demostrado ser muy eficaces para mejorar el rendimiento deportivo, independientemente de la competición, como son la relajación, la concentración, la planificación de objetivos, el control emocional y la visualización. El jugadxr de pádel aprende y practica las destrezas y técnicas psicológicas INTEGRADAS en el entrenamiento técnico y táctico. Así, se mecanizan sin ningún esfuerzo añadido y pasan a formar parte de su repertorio de capacidades adquiridas de forma automática. Las escuelas de pádel, deberían incluir el entrenamiento de estas técnicas desde la INICIACIÓN DEPORTIVA, ya que les va a ser muy útil para la competición y, sin duda alguna para su vida cotidiana, los estudios en los colegios y en sus habilidades sociales y de respuesta ante las dificultades.
Todas estas técnicas deben entrenarse de forma integrada con la preparación física, técnica y táctica, para favorecer la automatización de las mismas cuando se requiera ponerlas en práctica durante la competición. Y la edad propia para comenzar a entrenarlas es cuando comienzan la práctica deportiva.
Los beneficios de la práctica del pádel en la infancia:
• Sirve como ingreso en la sociedad, ya que les enseña a seguir reglas.
• Les ayuda a superar la timidez y a frenar impulsos excesivos.
• Les enseña a ser más colaboradores y menos individualistas, ya que tienen que aprender a jugar con otras personas, respetar las normas, los turnos y la autoridad. • Les enseña a tener responsabilidades y obligaciones que cumplir.
• A nivel físico, les ayuda a coordinar mejor sus movimientos.
• Aumenta su crecimiento.
• Puede corregir posibles defectos físicos.
• Estimula la higiene y la salud.
• El aprendizaje y práctica del pádel como disciplina deportiva constituye un elemento cultural y mecanismo de contención social.
Para concluir, no debemos olvidar que la práctica del pádel con cierta frecuencia nos va a mejorar nuestra salud física y psíquica. Nos va "sacar" de la rutina diaria y nos va a ofrecer un buen rato de distracción, eliminación de tensiones, buenas relaciones humanas y mucha diversión.
Anécdotas con el Pádel:
Después de muchos años de desarrollar esta profesión tengo innumerables anécdotas pero ahora solamente quiero destacar las que a mi entender son las más relevantes. En Diciembre del año 2000 empiezo a trabajar en el club El Corralón con un proyecto que fue único en ese momento y marcó el inicio de una nueva manera de enseñar pádel. Desde esa fecha y hasta principios de Marzo 2001 realizo la Primer Pretemporada de Pádel que se hizo en Bolívar, ya que anteriormente en las vacaciones no había actividad de enseñanza ó entrenamiento.
Asimismo y al concluir esta Pretemporada, aprovechando que Fernando Belasteguín, un amigo personal que todos conocen, estaba de vacaciones en Pehuajó visitando a sus padres antes de viajar a Europa a competir, lo llamo por teléfono y le propongo ponerle su nombre a la Escuelita de Pádel y que sea el padrino de la misma. Recuerdo la emoción del Bela del otro lado de la línea cuando me dice: “Negro, no sabés la alegría que me das. Que de un pueblo que no es el que yo nací me ofrezcan eso, es algo que no voy a olvidar”.
Por supuesto que aceptó encantado ya que decía que a la edad que él tenía y recién empezando a desarrollar su carrera profesional con el pádel en el exterior, nunca se imaginó tener una Escuelita que llevara su nombre. A partir de ahí se empezó a llamar “Escuela de Pádel Fernando Belasteguín” de El Corralón pádel de Bolívar.
Acompaño debajo notas periodísticas de las dos anécdotas mencionadas:
La siguiente anécdota ocurrió durante mi estadía y desarrollo en la enseñanza en clubes de España, adónde viví desde el año 2002 hasta el 2013, en este caso más precisamente en Jerez de la Frontera (provincia de Cadiz). Allí en el Club de Pádel Jacaranda comencé como profesor para pasar luego a ser Director Deportivo del club, y en esos momentos (Marzo de 2008) llega a Jerez una delegación de 32 adolescentes de 16 a 18 años del prestigioso colegio Peter Symonds Sixth Form College, de Winchester (Inglaterra), que iban a estudiar el idioma castellano y querían hacer alguna otra actividad deportiva que no fuera conocida. Me puse en contacto con los organizadores de esa delegación y acordamos que el club le daría 3 clases de “Iniciación al Pádel”, algo insólito en esos momentos ya que Inglaterra no tenía idea qué era ese deporte, no había canchas en ese país y por lógica ni se lo mencionaba como una opción de juego siquiera. Es así que a pesar de algunos inconvenientes con el idioma que terminaron por ser más anécdotas divertidas que otra cosa porque igualmente nos pudimos comunicar, tuve la posibilidad de dar clases de pádel en España, a jóvenes de Inglaterra y eso es algo que no olvidaré en mi carrera de profesor/entrenador oriundo de Bolívar. Acompaño debajo una imagen de esa actividad.

Eso es todo por ahora, no quiero cansarlos con mis anécdotas, muchas gracias a todxs, nos vemos en la próxima entrega.
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