Más del 60% de la población ocupada tuvo ingresos por debajo de la línea de pobreza
El 61,7% de la población ocupada estimada en 17.976.991 personas percibió en el segundo trimestre del año un ingreso promedio de $ 66.552, más de $50 mil por debajo de lo estimado por la Canasta Básica Total para que una familia de cuatro integrantes no sea considerada pobre.
No obstante, el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), indicó que la distribución del ingreso registró una mejora de acuerdo al coeficiente de Gini, y un crecimiento de 6,9% de la economía.
En detalle, el promedio de los primeros cuatro deciles de la población, ordenada según escala de ingreso individual, fue: el ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) equivale a $ 25.335; el del estrato medio (deciles 5 a 8), a $ 63.160; y el del estrato alto (deciles 9 y 10), a $ 155.830.
Asimismo, el 61,7% de la población total percibió en el segundo trimestre de 2022 algún ingreso, cuyo salario promedio fue igual a $ 66.552 y un ingreso mediano de $ 53.000, equivalente al límite superior de ingresos del decil 5.
Respecto a la población asalariada, el ingreso promedio con descuento jubilatorio fue de $ 89.630 (+56,0% interanual), mientras que para aquellas sin descuento jubilatorio, el ingreso promedio equivale a $38.476 (+58,8% interanual).
Un dato positivo del informe del INDEC fue una mayor equidad reflejada en el Coeficiente de Gini, una relación matemática que tiene al “0” como el nivel de mayor igualdad y al “1” con el mayor desequilibrio.
De esta manera, el Coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas alcanzó en el segundo trimestre del año un valor de 0,414 puntos, contra 0,434 de igual período del 2021.
El coeficiente de Gini es el método más utilizado para medir la desigualdad salarial. Es una herramienta analítica que suele emplearse para medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región, en un periodo de tiempo determinado.
La semana pasada, el secretario de Producción, José Ignacio de Mendiguren, afirmó que “el Gobierno fijó como política mantener el poder adquisitivo del salario e ir a un plan de estabilización, pero no como fue históricamente en Argentina, que lo primero que se atacaba era el salario”.
“Se convocó al Consejo del Salario, se convocó ahora empresarios y trabajadores para discutir paritarias o un fondo fijo, lo que se establezca, pero teniendo en cuenta preservar el poder adquisitivo del salario y después mantener el nivel de actividad”, destacó el funcionario en declaraciones radiales.
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