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Matías Rapallini, el intendente que olvidó el protocolo

Por: Miguel Di Spalatro

El jefe comunal abandonó la ciudad en plena segunda ola, se fue al extranjero, enfermó de COVID-19, volvió y se reintegró a sus funciones sin cumplir con el aislamiento.

En Maipú no lo pueden creer. Quien debería dar el ejemplo, el hombre que eligieron para gobernar, su intendente municipal, Matías Rappallini, abandonó la ciudad en plena segunda ola, se fue al extranjero, enfermó de COVID-19, volvió y se reintegró a sus funciones sin cumplir con el aislamiento. El escándalo que protagoniza el jefe comunal de esta ciudad de poco más de nueve mil habitantes, comenzó con la denuncia que a través de las redes sociales realizó el presidente del bloque de concejales del Frente de Todos, Facundo Coudannes, a través de una carta abierta al propio Rapallini. “Resulta que usted señor Intendente Licenciado Matías Rappallini, en uno de los momentos más críticos de la pandemia, cuando ya estamos transitando la segunda ola, decide viajar a los EE.UU., y al regresar no cumple con el aislamiento de 10 días, tal cual la normativa vigente, para aquellos ciudadanos que vuelven al país. Ud. firmó en el aeropuerto de Ezeiza una Declaración Jurada en dónde dejó constancia del lugar en el que iba a cumplir el aislamiento y desde ayer se lo ve transitando las calles del pueblo”, escribió el edil. Rapallini anotó su cuarta victoria en las elecciones del 2019 al ganar el municipio por solo cuarenta y ocho votos. Sin embargo, sus simpatizantes no pudieron festejar demasiado. La oposición denunció que la municipalidad había retenido al menos ciento cincuenta documentos de vecinos para que no pudieran votar. Algunos de esos documentos fueron encontrados tirados en la calle y por este hecho hay una causa abierta en el Juzgado Federal de Dolores. La familia del intendente pisa fuerte en Maipú. Son dueños de la cosmética Gigot, fundada en 1980 que da empleo a más de cuatrocientos maipuenses. De tradición radical los Rapallini tienen buenos vínculos con amplios sectores políticos y ocupan espacios estratégicos. Anteriormente, Aníbal, hermano de Matías Rapallini gobernó ocho años la comuna. El otro hermano, Martín, es el presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires. Entre política y negocios los hermanos Aníbal, Matías y Martín Rapallini han construido un vasto emporio empresarial. Aníbal se ocupa de mantener en calma al pueblo donde más del diez por ciento de los habitantes depende, tanto en el sector público como en el privado, de su familia. Matías viajó a los Estados Unidos a pesar de la pandemia. Lo hizo con permiso del Concejo Deliberante, que le otorgó licencia del 9 al 22 de abril según el artículo 108º de la Ley Orgánica de las Municipalidades. Lo hizo cuando la segunda ola preocupa a gobernantes y gobernados. En Maipú hay 14 muertos, 51 casos activos y 273 aislados por el coronavirus. Cuando sin haber cumplido con el aislamiento el intendente volvió a su despacho, se encontró con la novedad de que su ciudad volvía a fase 3. Fue la periodista de LU30 Aldana Arrechea la que dio la noticia que completó el cuadro: “El Intendente municipal Matías Rappallini nos informó que contrajo por segunda vez COVID- 19. Ya terminó su período de cuarentena con su PCR negativo. También informó que no ha recibido la vacuna, desmintiendo rumores". Durante todo el jueves la prensa oficial del municipio hizo silencio y el intendente no dio entrevistas. Recién por la noche, pasadas las 23.00, el alcalde de Maipú publicó en Facebook: “Habiendo sido diagnosticado con COVD-19 por segunda vez el día 12 de abril, al comienzo de mi licencia como Intendente, cumplí con el aislamiento social y obligatorio. Antes de regresar a mis funciones y responsabilidades recibí el alta médica correspondiente a partir del PCR que arrojó resultado negativo. Por tal motivo, el día 27 de abril decidí asumir mis responsabilidades y obligaciones como Intendente Municipal”. Exceso de individualismo, falta de empatía con la salud de los maipuenses, acostumbramiento a los escándalos, impunidad del poder, la actitud de Rapallini se puede interpretar y calificar de diferentes maneras. La que sólo tiene una interpretación es la reglamentación por la Emergencia sanitaria y epidemiológica por COVID-19 para quienes ingresan al país: “Todos los viajeros deberán cumplir con una cuarentena de 10 días desde que les fuera efectuada la prueba PCR negativa”. Disposición que el intendente de Maipú parece no haber leído.

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