Un mundo diferente
por Sergio Rodríguez
A más de un año de la presencia del Coronavirus en el mundo, todo indica que serán muchos los años para que la humanidad supere este flagelo.
Me encontraba recostado sobre la arena de una costa marplatense en enero del 2020 y una noticia peculiar asomaba en las redes sociales y medios de comunicación. La presencia de un virus en un país tan lejano como China era la noticia.
Que una sopa de murciélago, que un arma bacteriológica, que soldados norteamericanos contagiaron al gigante asiático y otras teorías especulativas comenzaron a rodar. Lo cierto, es que una alarma se encendió en el mundo en ese momento y hasta el día de hoy sigue vigente.
Todos los países del mundo tienen contagiados en apenas un año, millones de seres humanos ya perdieron la vida, la carrera por la producción de vacunas es apenas un placebo en un mundo de 7.800 millones de habitantes y la Organización Mundial de la Salud (OMS) pareciera cumplir el triste rol de relator de los hechos, pero poco aporta para llegar a una solución.
Si partimos de la premisa que la única forma de controlar la circulación del virus son medidas de confinamiento que atentan contra un sistema capitalista que disputa el sentido, el camino a la extinción de la humanidad es un hecho, salvo que una toma de conciencia social globalizada se replantee las formas del "buen vivir" dentro de un sistema que destruye todo a su paso.
Si partimos de la premisa que la vacunación global es el camino, la logística de producción, distribución y vacunación, deberían estar en manos de un poder central plural que regule equitativamente y no en manos de laboratorios privados y estados poderosos.
Datos duros y otras yerbas
Producir 7.800 millones de vacunas le llevaría a un laboratorio con capacidad de producción de una dosis por segundo, 247 años. Estamos hablando sólo de la producción a la que habría que sumarle, la logística de distribución y vacunación.
¿Cuántos laboratorios privados o estatales en el mundo, tienen esa capacidad?
Si fuesen 10, se reduce a 24.7 años y si fueran 100 a 2.47 años, ¿habrá 100?
¿Es viable un mundo pandémico con el poder de decisión reducida a los países centrales o a el mercado de laboratorios privados?
No se trata de un cuestionamiento meramente ideológico, que bien podría serlo, en el fondo se trata de comprender la magnitud a que se enfrenta la humanidad, ósea nosotros.
Estamos enfrentando a un virus con circulación en todo el mundo y con mutaciones permanentes, con una economía abierta y con restricciones ocasionales por miedo a la agenda mediática y de los mercados, a un mundo donde la producción de vacunas es insuficiente y donde solo 35 países de 190, están vacunando.
Los datos duros son incuestionables. Los mandatarios del mundo, deben tomar el asunto con la seriedad del caso, o la humanidad se enfrentará por años a esta pandemia u otras y las decisiones que puedan darle un cauce con el menor costo de vidas humanas requiere de un supra estado con recursos y distribución equitativa para poder minimizar los daños.
El uso de barbijos, alcohol en gel y el distanciamiento social, vino para quedarse por bastante tiempo y debemos ser conscientes de ello.
コメント