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La distancia es social, pero los corazones deben estar más unidos que nunca.


"... hubo encuentros familiares, hubo asados, hubo cumpleaños, hubo eventos sociales y allí se produjeron los contagios..."

Somos responsables. Podemos cansarnos, angustiarnos, comenzar a desconfiar, tener ganas de tirar todo por la borda. También hay necesidades, y que no sólo tienen que ver con el bolsillo, sino, y sobre todo, con asuntos del alma, del corazón.

Sin embargo, debemos aprender a apretar los dientes y ser fuertes. Pero además ser respetuosos con los nuestros (amigos, familiares, vecinos, y hasta con los desconocidos de siempre) Mi abuela sabía decir: "Ya falta menos que antes", y no deja de ser una gran verdad.


Se sigue insistiendo desde las autoridades que el virus va a venir a Bolívar. Lo discutí eso hasta que varias personas me hablaron de las reuniones, de las "avivadas" de dejar el auto estacionado del otro lado de la ruta y cruzar nuestra frontera caminando, hasta de las fallas en la seguridad, más allá de que hagan lo mejor posible.

Somos responsables. Absolutamente todos. El pueblo y los gobernantes. Nosotros sabemos de esas trampas marca ACME que pueden hacerlo explotar todo. Y es mejor para todos que nos encuentren enteros. Y es mejor que los que dicen cuidarnos, no miren para otro lado. Y es mejor para nosotros que estemos más unidos que nunca. Porque la distancia es social, pero los corazones deben estar más unidos que nunca.

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